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La provincia de Catamarca, en el Noroeste argentino es, probablemente, una de las 2 ó 3 provincias menos consideradas por el gran público a la hora de evaluar opciones turísticas.
Habiendo recorrido extensamente mi país durante décadas, y habiendo viajado decenas de miles de kilómetros, puedo afirmar, sin dudar, que es mi provincia favorita a la hora de elegir donde ir a fotografiar y, a su vez, uno de mis lugares favoritos en el mundo, de lo que he conocido hasta ahora.
Su variedad de paisajes y lo contundente de su naturaleza son realmente únicos. Es un verdadero paraíso para los fotógrafos, el estímulo visual es permanente.
Esto me ha llevado a recorrerla 6 ó 7 veces sólo en los últimos 3 años.
En esta ocasión, estaba guiando un grupo de fotógrafos y nos habíamos levantado temprano para ir a uno de los lugares más increíbles que he conocido, el Campo de Piedra Pómez.
En uno de mis primeros viajes por la zona había descubierto este rincón mágico que se encuentra unos kilómetros antes de llegar al mencionado Campo. Los locales lo llaman "las dunas blancas".
Sin alertar demasiado al grupo, pedí a los choferes que se desviaran del camino al Campo para fotografiar estas increíbles dunas con las primeras luces del día.
Conociendo el lugar, llevaba en la cabeza la idea de jugar con el minimalismo y las curvas y formas que las dunas regalan al fotógrafo, pensando en esas imágenes, libres de presencia humana, pasos y huellas.
Sin embargo, al llegar a las mismas, veo 1 camioneta y una persona caminando por las dunas.
Mi primera reacción fue de decepción y bronca.
Hice parar al guía unos 200 metros antes de lo previsto, para no ir al mismo lugar que ya había sido pisado por esta persona.
Mientras iba subiendo por una de estas gigantescas dunas, me di cuenta lo que la serendipia me había brindado, la posibilidad de aprovechar esa presencia humana para, por un lado, dar escala a esas dunas monumentales, únicas, y por otro para jugar compositivamente con ese punto en medio de las líneas que la naturaleza nos regalaba.
Demás está decir que estuvimos casi 2 horas, absolutamente maravillados, con el resto de los fotógrafos que me acompañaban, sacando provecho de la situación y haciendo volar nuestra imaginación..

Datos técnicos:

Cámara: Canon R5

Lente: RF100-500mm F/4,5-7,1 L IS USM

Distancia focal: 200 mm

Tiempo: 1/1000

Apertura del diafragma: f/8

ISO: 200

Lugar: Dunas Blancas, Catamarca, Argentina