Blog

La Conexión Invisible

Si me preguntas qué soy, la respuesta es simple: soy un Ingeniero de Telecomunicaciones. Mi mundo está hecho de circuitos, de ondas que viajan a la velocidad de la luz y de algoritmos que deciden cómo y cuándo se conectan las personas. A primera vista, mi vida parece regida por la lógica y la precisión. Pero la verdad es que, más allá de las antenas y los servidores, tengo un mundo secreto, un lugar donde la lógica se disuelve y la emoción toma el control: La fotografía.

Desde siempre, me fascinó la idea de cómo una señal invisible puede unir a dos personas que están a miles de kilómetros de distancia. Mi carrera me permitió trabajar con esa magia, diseñando redes que acortan el mundo. Sin embargo, en la quietud de mis noches y los fines de semana, encontré otra forma de conectar. Tomo mi cámara y salgo a buscar esas "señales" de la vida cotidiana. Cada rostro que capturo, cada rayo de sol que se filtra por una ventana, o la geometría de una calle en la ciudad, es para mí una conexión, una historia capturada en un solo instante. La fotografía no es solo un hobby; es mi forma de traducir el mundo intangible de la ingeniería a imágenes que todos pueden ver y sentir.

Un día, me contrataron para solucionar un problema de conectividad en una zona rural. La red estaba caída y nadie podía encontrar la falla. Mientras mis colegas se centraban en los diagramas y los equipos de medición, tomé mi cámara y empecé a fotografiar los alrededores, buscando la antena principal desde distintos ángulos. Quería capturar la belleza del paisaje y la antena, pero mi lente me reveló algo más: un pequeño detalle, casi imperceptible a simple vista, que mostraba la causa del problema. Era un cable pelado haciendo contacto con el cuerpo de la antena. Al ver la foto, mi mente de ingeniero descifró al instante lo que mis ojos no habían notado. Arreglamos el cable, restaurando la señal, y luego me quedé para capturar la alegría de la gente al volver a estar conectados.

"La Conexión Invisible" es mi viaje. Es la historia de cómo la ciencia y el arte no son mundos opuestos, sino dos lenguajes que puedo usar para contar la misma historia: la de La conexión invisible.