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Revisar cada mañana el sustrato con esperanza, buscando señales del crecimiento. La humedad, la temperatura y la ventilación se mantuvieron constantes, esperando que el micelio hiciera su trabajo. Y por fin, esta semana comenzaron a aparecer las primeras setas grises.

Las pequeñas formaciones brotaron en racimos, firmes y de color gris claro, con sombreros redondeados que parecen suaves al tacto. Es sorprendente ver cómo, de un material aparentemente inerte, emerge esta vida silenciosa. Las setas Pleurotus ostreatus necesitan tiempo, cuidado y mucha paciencia, pero cuando fructifican, el resultado es hermoso.

Hoy tomé esta foto justo al inicio de la fructificación. Se puede observar cómo se abren poco a poco, como si respiraran. En pocos días estarán listas para la cosecha, pero por ahora nos detenemos a admirar este momento.

Además de ser bonitas, estas setas son muy valoradas por sus propiedades. En la cocina, tienen una textura carnosa y un sabor suave que combina bien con muchas recetas: salteadas, en sopas, tacos o incluso empanizadas. Son una excelente opción para dietas vegetarianas y veganas.

En cuanto a sus beneficios para la salud, se sabe que las Pleurotus contienen antioxidantes, ayudan a reducir el colesterol y fortalecen el sistema inmunológico. Algunos estudios también les atribuyen propiedades antiinflamatorias y antibacterianas.

Cultivar setas es también aprender a observar y a esperar. Cada etapa tiene su encanto, y verlas crecer es una recompensa en sí misma.