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En un pequeño poblado del estado de Campeche en México, se lleva a cabo una peculiar tradición en la víspera del día de muertos, la cual tiene raíces mayas fusionadas con prácticas españolas y que en los últimos años ha acaparado la atención de muchas personas.

Se trata de la "Limpieza de los Santos restos" o "Choo Baák", que consiste en exhumar los restos de los familiares después de cumplir tres años de fallecidos para realizarles una detallada limpieza y vestirlos con nuevas ropas, esto último se refiere a colocarles una manta blanca adornada con bordados de diferentes motivos y con el nombre de la persona. Una vez que los huesos están limpios, se van acomodando en orden dentro de un osario. Primero se colocan los pies y al final la cabeza para que quede a la vista, con la intención de que puedan ver cuando llegan sus familiares y estar en contacto con el mundo de los vivos.

Esta costumbre, por extraña que parezca, la realizan los familiares más cercanos como un acto de amor, incluso cuando nace algún nuevo miembro en la familia es llevado al panteón para presentarlo.

En el año 2017 esta tradición fue declarada Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Campeche, con la intención de preservar las tradiciones y costumbres acerca de la cosmovisión de la muerte que tenían los pobladores de esa región, y a partir del 2021 el gobierno comenzó a realizar el "Festival de día de muertos de Pomuch" para promover el turismo, sin embargo, los pobladores no se sienten a gusto con la cantidad de gente que visita el panteón ya que algunos de los restos han sido robados o maltratados y esto ha ocasionado que este año muchos de los osarios fueran protegidos con rejas y en algunos casos los huesos ya no están a la vista.