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Muchas veces cuando hablamos de la postproducción en la fotografía tenemos una idea poco clara de que es y sobre todo de como realizarla, donde podríamos perder la esencia de nuestra toma original y alejarla del lado más puro de la fotografía, pero profundizando en el tema podemos darle una nueva dimensión y convertirla en ese diferenciador para generar un impacto mayor en nuestras imágenes.

Dentro de los procesos más comunes para trabajar la post producción tenemos la edición y el revelado.En la edición normalmente podremos agregar o eliminar ciertos elementos dentro de nuestras fotografías, trabajar texturas o corregir elementos que no queremos en la toma original.

Mientras que en el revelado digital podremos trabajar aspectos como el contraste, la exposición, la temperatura de color, el color grading entre muchos otros parámetros.

Para estos procesos existen una gran variedad de herramientas, tanto para teléfonos inteligentes como para computadoras, entre las que destacan Photoshop, Lightroom, Capture One y Snapseed.

El formato de los archivos con los que trabajemos nuestras fotografías es sumamente importante, ya que entre mayor sea la cantidad de información que tengamos a disposición mayor será el espectro de edición que tendremos para nuestra imagen. 

Dentro de los formatos mas comunes que trabajan las cámaras actuales encontramos el JPG y el formato RAW (En Canon con extensión .CR2 o .CR3).

El formato JPG de manera resumida es un formato comprimido que entre sus ventajas tiene su poco peso ,lo cual ayuda a un mayor número de fotografías pero sacrificando la cantidad de información que podemos tener, convirtiéndolo en un formato poco útil para trabajar correctamente procesos de post producción.

Por el otro lado tenemos el archivo RAW, el cual está diseñado para pasar por un proceso de post producción, ya que a primera vista nos genera una imagen poco profunda con colores apagados e inclusive deslavados, pero el tamaño del archivo es mucho más grande lo cual se traduce a que contiene una mayor cantidad de información explotando en su máximo potencial el rango dinámico con el que cuenta nuestra cámara.

 Conocer todo esto nos ayudará a tomar mejores decisiones técnicas que ayuden a la narrativa de la imagen haciendo uso de las herramientas que tenemos a disposición. 

Lo más recomendable siempre será tratar de obtener el mejor resultado posible directamente desde la toma, haciendo uso de la técnica, iluminación y un proceso de producción bien planificado, pero como fotógrafos estamos expuestos a eventualidades y saber que podemos usar la post producción como una herramienta para salir bien librado de estas nos pone un paso adelante. 

La técnica y las herramientas siempre deben estar a disposición de la narrativa de la imagen. 

La post producción puede tomar una infinidad de caminos posibles, desde una pequeña calibración en los parámetros básicos, hasta crear realidades nunca antes vistas y todos son válidos, lo más importante de todo es no limitarnos, crear las imágenes que nosotros tenemos en mente y no dejar de crear.