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El Teatro Municipal de Bahía Blanca, mi ciudad, fue inaugurado en 1913.
A mediados de 2022 se reabrió luego de más de 2 años de cierre por refacciones y mantenimiento profundo.
En Julio 2021, con el Teatro aún en obra, concurro con un grupo de casi 30 alumnos para fotografiarlo en todos sus rincones y con la idea, tan simple como difícil, de «descubrir lo extraordinario en lo cotidiano».
Ese día, en mi rol de coordinador y guía del grupo, prácticamente no pude hacer fotos, acompañé y ayudé a quienes necesitaban una mano en sus búsquedas fotográficas.
Volví a mi casa con algo en mi que me decía que tenía que salir de mi zona de comfort, hasta ese momento, las fotografías de paisajes naturales, y hacer una obra que homenajeara a este lugar, ícono de la cultura en mi ciudad; y que, a su vez, pudiera servir para ayudar a otros a salir de esa especie de anestecia que nos traen el apuro y la rutina, y que también pudieran descubrir la magia en los lugares que nos rodean, ver la vida con nuevos ojos.
Esta idea se potenció tan pronto como me empezaron a llegar las fotos que mis alumnos habían hecho ese día … maravillosas, el mismo lugar pero con visiones muy variadas, originales, que se habían enfocado en detalles o planos completamente distintos.
Ese mismo día me propuse ir a fotografiar el Teatro con nuevos ojos, como nunca lo había hecho. Ir en distintos días y concentrarme en distintas cosas cada uno. De los detalles a las simetrías, de los patrones a las curvas o los juegos de perspectivas que podía lograr con distintas focales.
Más fotografiaba, más me maravillaba con todo aquello que siempre había estado ahí … y nunca había visto.
Así fue transcurriendo casi un año, yendo a fotografiar el Teatro prácticamente todas las semanas, y fueron apareciendo imágenes como estas.

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Viendo que uno de los objetivos que me había propuesto, expandir la visión para «descubrir lo extraordinario en lo cotidiano», se estaba cumpliendo y que iba generando buen material de cara al segundo, «homenajear al Teatro», empecé a pensar en qué forma le iba a dar a ese homenaje, cómo iba a compartir esas obras con el público.
Pensé en una muestra fotográfica (algo que ya había hecho muchas veces … más de 30 muestras individuales!), pero me pareció que si bien podía ser impactante con obras en gran tamaño, no iba a ser lo suficientemente «teatral», también barajé la posibilidad de un libro, pero me pareció que podía ser un poco frío para esta ocasión, hasta que finalmente se me ocurrió una idea que podía sintetizar muy bien lo que tenía en mi cabeza … una proyección de mis fotos, organizadas en secuencias temáticas, en pantalla gigante, en la sala principal del Teatro (que alberga entre 400 y 800 personas según los sectores que se habiliten), acompañadas con música original, compuesta para la ocasión y textos alternados entre las secuencias, que completen la experiencia inmersiva, multidisciplinaria y, de esa forma, se dibuje un homenaje al Teatro, transformándolo de escenario que alberga arte a arte en sí mismo.
Luego de mucho trabajo y pormenores que serán parte de otro relato, el 3 de Julio de 2022 este homenaje se llevó a cabo, siendo el siguiente video el registro del mismo.
Lo que era un homenaje al Teatro Municipal de Bahía Blanca se transformó en un homenaje poético a LOS Teatros, representados en esta ocasión por este.
Me acompañaron en esta locura:
Fernando Balestra: música original, composición y ejecución (piano)
Mario Ortiz: textos
Lisandro Diez: colaboración en contrabajo