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Hola, soy Jiván y hoy quiero compartir una breve reflexión sobre mi experiencia en la práctica fotográfica, tanto como fotógrafo profesional como docente. Actualmente, también soy estudiante de una licenciatura en Educación Artística, lo que me ha llevado a repensar cómo aprendemos a través de la fotografía y otras disciplinas creativas.

El aprendizaje basado en proyectos me parece una de las formas más efectivas para que los estudiantes desarrollen sus conocimientos y habilidades. Esto no solo aplica a quienes están en un entorno académico, sino también para aquellos que ya no cursan un programa formal, pero continúan adaptando y refinando sus habilidades. En este contexto, los proyectos se convierten en una herramienta fundamental para aprender y crear de forma constante.

Según algunos autores, un proyecto es un conjunto de actividades planificadas, ejecutadas y supervisadas con recursos limitados, cuyo objetivo es la realización de una tarea o creación concreta. Un proyecto se caracteriza por:

a) Perseguir uno o varios objetivos claros
b) Estar compuesto por actividades planificadas
c) Tener recursos limitados
d) Estar delimitado en el tiempo
e) Tener un resultado único.

En el caso de mis clases, el recurso más valioso y limitado es el tiempo. Los estudiantes deben aprender a gestionarlo para presentar avances y desarrollar sus proyectos. Fuera del ámbito académico, esta definición es más flexible, pero el tiempo sigue siendo un factor clave para cualquier creador o productor.

Permitir que los alumnos elijan sus propios temas siempre que sea posible, excepto cuando el contenido específico de la asignatura lo requiera, es esencial para hacer que sus proyectos sean significativos. La manera en que abordan y ejecutan el trabajo, así como la redacción de sus propuestas, debe ser personal y auténtica. Para mí, un proyecto debe ser algo propio, incluso si lo realizas en colaboración con otros o para alguien más. Esto implica dedicar tiempo, esfuerzo y recursos personales en cada paso.

A lo largo de mi experiencia docente, he visto a mis alumnos desarrollar proyectos fotográficos y de diseño profundamente conectados con su vida personal. Algunos han documentado situaciones familiares en proyectos editoriales, mientras que otros han usado la fotografía para hacer un señalamiento social, como lo es el abuso. Estos proyectos no solo les permiten aplicar los conceptos teóricos aprendidos en clase, sino también explorar de manera segura y significativa temas que forman parte de su realidad. Al final del día, los proyectos son una extensión de nosotros mismos.

Por eso creo que el enfoque en proyectos es una herramienta invaluable, no solo para los estudiantes, sino para cualquier persona que quiera gestionar sus procesos creativos. Los proyectos permiten aplicar tanto el conocimiento teórico como el práctico, y fomentan la integración entre investigación y ejecución.

Aprender a realizar proyectos colaborativos tiene un significado aún más profundo, ya que genera dinámicas enriquecedoras. Aun así, siempre es importante reservar momentos de reflexión individual, donde cada persona pueda evaluar su propio aprendizaje y crecimiento. En futuras entradas, compartiré más sobre cómo me planteo mis proyectos y lo que este enfoque ha significado para mí a lo largo de mi carrera.