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El inevitable paso.

Esta es una verdad de algo pretérito, algo que me demuestra la inevitable transformación, algo de ese tiempo ido, algo que viene del pasado, ese pasado que fue en general una buena sucesión de hechos, algo que trae recuerdo de colores vivos vibrantes, amarillos pálidos, verdes tranquilos, cafeces vivos en tallos fuertes, luces, sombras, todo puesto en una vasija de barro.

La arena superior de mi clepsidra ha pasado del receptáculo superior al inferior y a cada vuelta que le he dado un nuevo ciclo, ese es el tiempo, bueno el color se ha desvanecido, las formas definidas han cambiado, se han transformado en algo diferente, la forma al igual que el color cambia, pero esto es, este es el presente que dice de un pasado, esta es mi fotografía. He aquí algo que respondería a aquello que define a mi actual mantra.

Alguien de mi reciente pasado ha tenido la presencia y voluntad de venir a mi jaula a una interesada visita, para retirar de mi residencia en calidad de préstamo un dibujo que me fuera regalado hace muchos años, debo decir que ante esa acción de solicitud mas el paso del inevitable tiempo, mas mi falta de herederos, he renunciado al apego que tenia por ese cuadro, para atender esa solicitud de préstamo  llevando a considerar devolver y asi lo he hecho retornar al autor el dibujo del cual fui modelo e inspiración, lo que me fuera obsequiado.   

FUERZA PARA COMPRENDER, ACEPTAR, DESARROLLAR MI SER, COMO PARTE DE LO QUE ME RODEA, CONTINUAR CON MI SINO, MANTENER MI FE HASTA EL NUESTRO FINAL REENCUENTRO